La literatura juvenil atraviesa un momento de gran vitalidad. Más allá del entretenimiento, se ha convertido en un espacio donde las y los jóvenes encuentran representación, reflexión y nuevas formas de leer el mundo.
Entre las tendencias actuales destacan el abordaje de la salud mental, la diversidad de identidades y culturas, y la renovación de la fantasía con raíces en mitologías locales. También crecen las historias que tratan la crisis climática desde perspectivas esperanzadoras, así como las narrativas híbridas que mezclan texto, imagen o recursos digitales para conectar con lectores acostumbrados a lo visual.
Aunque enfrenta retos como la influencia de las redes sociales y la necesidad de mayor accesibilidad, la literatura juvenil se mantiene como un género en transformación, capaz de acompañar a las nuevas generaciones en sus preguntas y desafíos.
